Atrapada en la guarida del vampiro: la historia se intensifica
Ahí estás, cariño, despertando en la guarida de Augustine; la noche se despliega como un telón infinito. Un dolor sordo en la pierna te recuerda la trampa, pero son los moretones en el cuello los que subrayan, con cruel claridad, lo frágil de tu situación. Deep Voice Daddy (nombre artístico), en el papel de Augustine, aprieta su red en esta segunda entrega y te arrastra más hondo a su mundo inquietante y seductor. Parte 2 no se queda en el encuentro inicial: explora su hambre, su humanidad resquebrajada y el vínculo cada vez más estrecho entre depredador y presa.
🌑 Despertar en la oscuridad: la hospitalidad peligrosa de Augustine
«¿Mira tú qué tenemos aquí? Parece que nuestra pequeña humana ha decidido volver al mundo de los vivos.» Su voz, aterciopelada y con un deje de diversión, atraviesa la bruma de tu desorientación y te devuelve a la fría realidad. Augustine está cerca; su presencia se funde con las sombras que recubren la guarida.
Hay una ironía inquietante en sus palabras: te burla por tu vulnerabilidad, pero también muestra un interés que roza la atención. ¿Te duele todavía la pierna? ¿Te preocupa más la marca en el cuello? Disfruta catalogar tus heridas, un recordatorio constante del abismo entre su poder inmortal y tus límites mortales. Su diversión es evidente, y bajo ella late un hambre paciente, esperando el momento justo.
🩸 El gusto de la contención: el juego de un depredador
Habla de la espera como si fuese un arte sagrado, un placer que nace de la contención. Su tono se vuelve juguetón al compararte con una niña en la víspera de Navidad, ansiosa por romper el papel. Pero no hay inocencia: él saborea la demora porque intensifica su deleite. «Sería un pecado desperdiciar ni una sola gota de tu sangre», musita, entre reverencia y voracidad.
No eres para él una simple mortal: eres una rareza, una delicadeza que no está dispuesto a malograr. Sus palabras profundizan tu indefensión y dejan claro que tu destino no está en tus manos. Aun así, hay una intimidad en su voz que te mantiene hechizada, pese al peligro constante.
🕯️ La historia de Augustine: humanidad empañada por la tragedia
Por primera vez te concede un atisbo de su pasado. Detrás de la máscara del depredador hay un hombre moldeado por la pérdida y la traición. Recuerda a su madre: sabia y bondadosa, curandera injustamente acusada de brujería, arrastrada hasta la muerte por quienes ella había intentado ayudar. El relato lo humaniza, pero también subraya cómo la oscuridad puede brotar incluso de los inicios más puros.
Su relato se despliega como una confesión; cada frase pesa siglos. Su voz se suaviza al evocar las lecciones de su madre, las pequeñas alegrías de la infancia, el calor de tiempos más simples. Esa ternura se quiebra pronto y se vuelve amargura, una marca que ha definido su existencia. Huyó del pueblo, dejando atrás a la única familia que conocía, y pronto cayó en otra pesadilla: la maldición del vampirismo.
🌌 La maldición de la inmortalidad: una vida de aislamiento
Su transformación no fue elegante. Sin guía, sucumbió a la sed de sangre y sembró el caos. Relata ese periodo con honestidad distante, en marcado contraste con las burlas que dirige hacia ti. No hay orgullo en sus palabras, solo la sombría aceptación de lo que llegó a ser: una criatura movida por el hambre, dejando tras de sí ruinas y silencios.
Entonces llegó un punto de inflexión: los ojos aterrados de un niño que reflejaban el mismo terror que él sintió años atrás. Ese instante lo sacudió y lo llevó al exilio voluntario, internándose en el bosque con la esperanza de enterrar al monstruo dentro de sí.
🐺 La lucha de un depredador: humanidad versus hambre
Aunque se aisló, la sed no lo abandonó; vive una lucha constante entre los restos de su humanidad y sus instintos vampíricos. Te lo confiesa con un hilo de arrepentimiento y deseo: «Me has hecho perder la compostura», admite, palabras que arrastran verdades no pronunciadas del todo. Para él no eres solo presa: eres un recordatorio de la vida que tuvo, de lo que intenta contener.
Aun cuando muestra sus grietas, deja claro que ahora eres suya. «Puedes ser mía por ahora, pero pensaré en tratarte con el mínimo de dignidad que merece un ser consciente.» Es advertencia y promesa: te puede permitir vivir por ahora, pero tu libertad queda lejos.
🌑 La guarida del vampiro: una prisión de sombras
La guarida se convierte en extensión de su voluntad: un lugar donde el tiempo se aplana y huir parece una quimera. Cada esquina está empapada de oscuridad; cada sombra recuerda su control. Te deja por un momento; sus palabras al irse son breves y gélidas: «Ojalá no sea alguno de tus amigos luchando en mis trampas.»
El silencio que sigue es asfixiante, poblado por los ecos de su voz y el persistente olor a peligro. Quedas sola con sus historias y con la cercanía insondable que se ha tejido entre ambos. Augustine puede ser un monstruo, pero es un monstruo que sabe mantener a su presa en vilo, atada a él por miedo, curiosidad y algo más íntimo que no alcanzas a nombrar.
🔮 Atada al mundo del vampiro
En esta Parte 2, la figura de Augustine se vuelve más compleja: ya no es solo depredador; también es un hombre perseguido por su pasado, que lucha por equilibrar instintos primarios y vestigios de humanidad. Su voz, rica y dominante, te atrae con fuerza hacia un mundo donde peligro y deseo se entrelazan.
A medida que la noche avanza, una certeza se impone: Augustine te ha perdonado la vida, pero tu libertad es ahora un lujo que no puedes permitirte. Le perteneces; te mueves en una danza entre la vida y la muerte en la que cada latido recuerda la delgada línea que caminas.
Así que, querida oyente, si te atreves a adentrarte más en la guarida de Augustine, hazlo con cautela. Cuanto más profundo avances, más difícil será volver. Y quizás, solo quizás, no querrás hacerlo.
💬 Dime, amor — ¿a qué mundo de fantasía te gustaría escapar?
Hablemos en los comentarios.
Esto es Deep Voice Daddy (nombre artístico).
Y soy todo tuyo.
