Quédate conmigo, amor — Una mañana de la que no escaparás (ASMR)
Ahí estás, amor —apenas abriendo los ojos y ya pensando en escaparte. ¿Y si te digo que esta mañana fue hecha para quedarte? Para mimos, para abrazos... y para una voz que sabe exactamente cómo mantenerte donde perteneces.
Estás entre mis brazos, sintiendo ese calor y esa somnolencia, y ya tratas de escabullirte. No mientras yo esté acá.
“¿A dónde crees que vas? Apenas despertamos.”
No es una mañana cualquiera. Eres el centro absoluto de un hombre apegado y seguro, que no planea soltarte. No ahora. Quizá nunca.
Anoche perdió el control —te lo dijo— y ahora que te despiertas y quieres irte, cariño... no lo va a permitir.
✨ Las secuelas de una noche salvaje
“¿Todavía te duele lo de anoche?”
No se puede negar la intensidad de la noche anterior. Él recuerda cada detalle, sabe que tú también. Con una sonrisa traviesa te acerca más, riéndose del rubor que asoma en tus mejillas cuando sus labios rozan tu cuello.
Bromea con haberse vuelto un animal, pero sus susurros son deliberados, diseñados para convencerte de que te quedes exactamente donde estás.
No vas a ganar esta, princesa.
✨ Una batalla de tentaciones... y brunch
“¿Qué tal si te cocino? Te preparo brunch.”
No solo quiere que te quedes en la cama; planea consentirte hasta que te rindas. Su voz baja promete desayuno, más besos y hasta una excusa para faltar al trabajo si hace falta.
Cuando dudas y tratas de buscar una salida, él lo ve todo.
“Mírate… sonrojada. Si no estuvieras tentada, ¿por qué dejaste de intentar salir de mis brazos?”
No puedes engañarlo. En el fondo sabes que no querías irte.
✨ Posesión juguetona a la suave luz de la mañana
“Eres toda mía por hoy.”
Empieza una seducción lenta y constante: te aprieta entre sus brazos, te cubre de besos y susurra promesas que tú sabes que cumplirá.
Y justo cuando crees que podrías resistir...
“Si no quieres fingir que estás enferma… déjame dejarte sin poder caminar todo el día. Así no será mentira.”
Es descarado y persuasivo, y lo peor es que sabe exactamente cuánto te gusta.
🎧 Qué escucharás en este audio
💋 Besos que no te sueltan Besos suaves, lentos e insistentes que cortocircuitan tus pensamientos y difuminan la línea entre soñolienta y rendida.
🛏️ Bromas mañaneras pegajosas No quiere soltarte: ni a ti, ni al calor, ni a la oportunidad de hacerte rogar un poco más.
🔥 Posesividad post-noche La noche terminó, pero su deseo de marcarte, provocarte y mantenerte cerca no disminuyó.
🍳 Sobornos, mordiscos y tratos en la cama Te ofrece brunch, suplica por besos y muerde lo justo para dejarte sin aliento.
“Te mereces un castigo por fingir que me ibas a dejar.”
✨ Aquí es donde te quedas
Pensaste que tenías planes, cariño. Pensaste en levantarte, arreglarte y salir como cualquier día.
Pero no solo te pide que te quedes —se asegura de que quieras quedarte.
Sabe cómo alargar el momento, cómo arrastrar besos por tu piel, cómo morder lo suficiente para dejarte desesperada y cómo poner las manos exactamente donde no quieres que paren.
“¿Qué harías sin mí, eh?”
Nunca ibas a dejar esa cama.
Lo supo desde el primer beso.
💬 Dime, amor — ¿qué tipo de mañana te haría querer quedarte en la cama para siempre?
Hablemos en los comentarios.
Esto es Deep Voice Daddy.
Y soy todo tuyo.