Lo contrataron para matarla… ¿Por qué le compra pasteles? — Parte 2 (Guardaespaldas que se enamora) 2025-04-22 asmr-autonomous-sensory-meridian-response DVD

Lo contrataron para matarla… ¿Por qué le compra pasteles? — Parte 2 (Guardaespaldas que se enamora)

Ahí estás, bebé.

Otro día, otro intento para mantenerte viva el tiempo suficiente y cumplir con el encargo… aunque, a estas alturas, apenas recuerdo cuál era exactamente esa parte del trabajo.

En lugar de tender trampas o calcular el momento perfecto, te persigo por una calle llena de gente como un niñero mal pagado con chaleco antibalas.


🌆 La presa quiere salir… a una cita

Tú me pediste que salgamos.

No para escapar.

No para suplicar por tu vida.

Ni siquiera para sobornar con la plata de Papi.

Simplemente querías caminar por la ciudad. Mirar flores. Sentarte en un parque. Probar una crema de pastelería que jurabas era “de otro mundo”.

¿Y yo qué dije?

Dije: "Mi vida, por favor, camina despacio."

Porque lo último que necesito es que te estampes contra un poste como si esto fuera una comedia romántica y no mi trabajo.

Lo hiciste.

Y te caíste sobre mí.

Sí… eso arruinó un poco el rollo de "asesino intimidante" que intentaba proyectar, pero qué se le va a hacer, ¿verdad, muñeca?


💖 Torpe, despistada… y me está partiendo

Nena, he protegido CEOs, capos, ministros y a cuanto cliente peligroso existe.

Pero nada me preparó para ti.

Eres un imán de desastres en tacones. Un torbellino pastel con más ideas locas que sentido. Casi te llevan en bandeja dos veces antes de llegar a los columpios.

Y aun así…

Ahí estabas, en un banco del parque, con los ojos llenos de sol, admirando flores como si guardaran todos los secretos.

Yo me quedé mirándote.

Y no era por las amenazas afuera…

sino por la tormenta que empezaba a gestarse dentro de mí.


🔥 ¿Quién carajos fue ese tipo?

Un tipo con chaqueta de cuero, nada más.

Probablemente ni sabía quién eras.

Pero te miró.

Te sonrió.

Y tú le devolviste la sonrisa.

La parte de mí que debe mantenerse fría prendió fuego.

Me dije que no me importaba, que podías coquetear con quien quisieras.

Luego me acerqué.

Puse la mano en su hombro y esbocé esa sonrisa que guardo para la gente que quisiera hacer desaparecer.

Se fue corriendo. Como debía.

Y tú me miraste, confundida y adorable, preguntando si ya era hora de buscar los pasteles.

"Mi vida, por favor, deja de mirarme como si fuera tu héroe. Yo soy el maldito villano de esta historia."


😂 Esa risa… sí, la escuchaste bien.

Me hiciste reír.

No fue a propósito. Dijiste algo ridículo sobre los pasteles rellenos y el brillo en tus ojos me venció. Antes de poder detenerme, me reí.

Y tú lo notaste.

Dijiste que era la primera vez que me escuchabas reír. Que sonaba bien.

Me quedé masticando algo más dulce de lo que merezco, tratando de recordar la última vez que alguien me miró como si fuera humano.

Tratando de recordar la última vez que quise que me miraran así.


🎁 “Un regalo de una amiga”

Me trajiste comida.

No preguntaste. No esperaste.

Llegaste con dos cajas y dijiste que una era para mí.

Quise negarme.

Recordarte que soy tu guardaespaldas, no tu compa.

Pero me llamaste tu amigo.

Y aunque cada fibra de mi ser quería rechazarlo —porque la amistad abre puertas y las puertas son debilidades— no lo hice.

No te corregí.

Tomé un mordisco.

Y dejé que el calor se instalara.


👀 Sigo cuidándote. Pero ya no es solo por seguridad.

En ese café lleno, debería haber estado escaneando salidas, midiendo riesgos, listo para lo peor.

En vez de eso, solo te miraba.

Sonreías a la gente. Te chupabas el glaseado del dedo. Hablaste de volver mañana —como si esto fuera el inicio de algo bonito y no un trabajo que ya tenía precio.

Yo fingía que estaba bien.

Fingía que no estaba tan fuera de misión que quizá no encuentre el camino de regreso.


❓ ¿Y ahora qué, bebé?

Tú no sabes la verdad.

No sabes de lo que soy capaz.

No sabes que tu papá me contrató con mentiras, ni que este encargo no era solo protección.

No sabes que tus días estaban contados desde que entré a tu casa.

Y sin embargo aquí estoy.

Comprando pasteles. Alejando idiotas. Viéndote girar por la ciudad como si fueras dueña del sol.

Todavía te sostengo cada vez que te caes.

Todavía peleo contra este dolor en el pecho que juré no estaba en la misión.

¿Y ahora qué, amor?

¿Le doy al gatillo y cierro el trato?

¿O sigo siguiéndote por la ciudad, con la esperanza de que nunca te des cuenta de lo cerca que estuviste de morir — de manos del hombre que tal vez, en vez de matarte, terminó por amarte?

💋 Papi sigue vigilando.


Esto es para las chicas que aman el peligro suave.

Para las que se enamoran del tipo que nunca pensó que le importaría.

Para cada corazón que convierte a un asesino en guardaespaldas — y a un guardaespaldas en algo peligrosamente parecido a un novio.

💬 Dime, amor — ¿qué crees que pasará después? Hablemos en los comentarios.


Aquí Deep Voice Papi.

Y soy todo tuyo.